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QUEEN ELIZABETH -LA REINA QUE DESPOSÓ LA PATRIA-

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ENRIQUE VIII

a cargo de Beralia

 

 

Nacimiento y Primeros años de reinado
 
Nació el 28 de junio de 1491 en Greenwich. Era el tercer hijo de Enrique VII, el primer Tudor de la dinastía, quien literalmente había recogido la corona en el campo de batalla; y de Lady Isabel de York. Este matrimonio entre dos miembros de las casas de Lancaster y de York había marcado el fin de la Guerra de las dos rosas, llamada así porque ambas casas ostentaban como símbolo una rosa, siendo el de la casa Lancaster una rosa roja, y la de York una rosa blanca.

 

Arturo era el hijo mayor, le seguía Margarita y después de Enrique, venía su hermana María quien era la última.

 

Enrique tenía tres años cuando en Westminster, fue proclamado en una pomposa ceremonia como duque de York. Era un título muy importante, que recalcaba la herencia materna. Desde entonces, el segundo hijo de la familia real inglesa ostenta este título.

 

Pasó su infancia en Eltham, cerca de donde nació. Recibió una esmerada educación, aprendiendo a hablar con soltura francés y latín, y defendiéndose en español e italiano. Erasmo, quien conoció a Enrique cuando este tenía tan solo ocho años de edad, lo describe como un príncipe dotado de un "porte y un comportamiento majestuosos". A la muerte de su hermano mayor y con 11 años de edad, fue prometido como futuro esposo de la viuda de su hermano, Catalina; y tenía 17 cuando se casó con ella.
 
A las dos semanas de la coronación, los jóvenes soberanos vivían de fiesta en fiesta. Por las noches, a Enrique le encantaba irrumpir disfrazado en las habitaciones de su esposa, donde esta debía dar muestras de asombro, alarma y por último alivio. A los 18 años, Enrique medía 1.80 de estatura y su rostro lucía unas mejillas blancas y sonrosadas sobre un grueso cuello. Era tremendamente vigoroso, y dejaba agotado a todo el mundo. Astuto y oportunista, no perdía el tiempo. Visto que el pueblo consideraba que dos funcionarios reales, sir Richard Empson y Edmund Dudley eran culpables de los altísimos impuestos que se dieron durante el reinado anterior, Enrique los hizo encerrar en la Torre de Londres y los mandó ejecutar. Este procedimiento para deshacerse de quien le estorbase, o de los nuevos ricos para poder apoderarse de sus bienes, sería su sello personal a lo largo de su reinado.
 
El Real Concejo se hacía cargo de los asuntos rutinarios, como por ejemplo resumirle el contenido de los asuntos pendientes y hacerle los borradores de los dictámenes que se derivaran de ellos. Al Parlamento lo convocaba cuando necesitaba hacer aprobar más impuestos. Con una población que no llegaba a los 3 millones, criaban unos 8 millones de ovejas cuya lana servía para la manufactura textil, en un momento en que la Industria inglesa era autosuficiente. Quien organizaba todo para él, era Thomas Wolsey, de 37 años.

 

Hijo de un carnicero de Ipswich, Wolsey vio claro cómo escalar posiciones y acumular poder: Mediante la Iglesia Católica. Era deán de la catedral de Lincoln, y capellán del Rey. Sabía cazar, bailar y hacía gala de energía e ingenio, cualidades que fascinaban al monarca, quien le comisionó a equipar su ejército.

 

Así se emprendió la reforma de la Marina, con una distribución administrativa más eficiente, y la creación de nuevos astilleros en Deptford y Woolwich. Si bien se dice que entre su séquito cuando fue guerrear a Francia había llevado consigo una amante vestida de hombre, seguía enamorado de su esposa. Así, en enero de 1516 apareció en un torneo con una guirnalda de raso verde bordado con granadas, símbolo de la fertilidad. Al mes siguiente, en Greenwich, nació Mary.

 

Pocos meses después de su matrimonio con el Rey de Francia, María, la hermana menor de Enrique, enviudó y regresó a Inglaterra. Francisco I era el nuevo Rey de Francia, y su hijo fue prometido en esposo a la pequeña Mary, hija de Enrique y de Catalina.
 
Por un lado Carlos I de España hablaba con Enrique VIII acerca de un pacto defensivo contra Francia, encuentro que tuvo lugar durante una escala que hizo Carlos antes de llegar a España por primera vez. Por otro lado, Wolsey estaba negociando la paz con Francia, lo que le granjeó una sustanciosa pensión otorgada por el Rey de Francia; mientras que por parte de Inglaterra se convirtió en Lord canciller y arzobispo de York. Y no sólo, pues arquitectó otro pacto de Paz entre Inglaterra, Francia, el Sacro Imperio Romano, los Estados Pontificios, los Estados Escandinavos y Portugal, lo que lo convirtió en artífice de la paz europea, cosa que figuraba entre sus planes para poder convertirse en Papa algún día.

 

Así, los reyes de Inglaterra y de Francia se encontraron el campo del Paño de Oro, cerca de Calais, el 7 de junio de 1520; supuestamente para dar "leyes a la cristiandad". En realidad, para dar muestras de ostentación. Se construyó un palacio temporal con madera, lona y vidrio sobre cimientos de ladrillo, de más de 8000 metros cuadrados. Las celebraciones duraron dos semanas. Hubo fiestas, cenas, y justas. Uno de esos días, Enrique retó a un encuentro de lucha libre al rey francés. Terminó derrotado y por poco no pide el desquite si no fue por unos cortesanos que lograron contenerle.
De regreso a Inglaterra, el problema de la sucesión acechaba a Enrique. Ya en 1513, había cometido su primer asesinato dinástico, al decretar la muerte del duque de Suffolk, prisionero en la Torre; culpable de ser miembro varón de la casa de York, a la que pertenecía por línea materna siendo sobrino de Eduardo VI y de Ricardo III; estaba pues en grado de desafiar la autoridad de la regenta Catalina. Ahora, en 1519, Enrique decidió deshacerse del duque de Buckingham, antiguo compañero de juegos y descendiente de Eduardo III. Wolsey se encargó de preparar el terreno: Un tribunal londinense dictaminó que el duque había profetizado la muerte del Rey, y como eso era un delito, los pares del reino fueron convocados en Westminter Hall, donde le hallaron culpable. Fue decapitado en la Torre.
 
Para 1523, Enrique necesitaba dinero. Había dilapidado la fortuna que le dejó su padre en su anterior guerra y en su costoso tren de vida. Wolsey se presentó en la Cámara de los comunes solicitando la creación de un nuevo impuesto, y como no alcanzaba, una subvención a laicos y clérigos. Hubo protestas en Kent, Essex y Suffolk. El Rey tuvo que intervenir dando marcha atrás, y para congraciarse con él, Wolsey le regaló el magnífico palacio de Hampton Court, el cual se convirtió en su residencia favorita.
Dos años después, Wolsey tenía en la mira casar a la princesa Mary con el Rey Carlos I de España, pero al poco tiempo este decidió casarse con una princesa portuguesa. Despechados, Enrique y Wolsey volvieron a concertar la paz con Francia.
 
La cuestión del Rey

 

Por un lado, Catalina deseaba congraciarse con su sobrino, por el otro Enrique deseaba divorciarse de Catalina, y por el suyo, Wolsey deseaba vengarse de Carlos I por no haberle ayudado a convertirse en Papa; ayudando a Enrique a divorciarse y casarle con la princesa Renata, cuñada del rey de Francia. En medio de este teje y maneje, apareció Ana Bolena. Entre 1527 y 1528, Enrique le escribe apasionadas cartas de amor, las que se conservan en la Biblioteca Vaticana.

 

El Papa Clemente VII envía al cardenal Lorenzo Campeggio para ver la causa del Rey, junto con Wolsey. El proceso se inicia el 18 de junio de 1529. La Reina, jura que el Rey la conoció doncella, y apela a su conciencia. Enrique permanece inmutable. Cortesanos presentan sus testimonios, algunos daban por hecho la consumación del matrimonio entre Catalina y Arturo, otros no. Presionado por Carlos I, el Papa ordena en julio el traslado de la causa a Roma. Wolsey había caído en desgracia, y no le quedó más remedio que regresar a su diócesis de York. Le escribió al Rey de Francia, al Emperador y al Papa. Cuando en 1530 el Papa le prohibió a Enrique casarse con Ana mientras siguiese en curso el proceso de su anulación, éste furioso ordenó el arresto de Wolsey, acusándole de alta traición. En Doncaster, Wolsey enfermó de disentería y fue trasladado a la abadía de Leicester, custodiado por 24 guardias. Pocos días después falleció.
 
Enrique se casa con una embarazada Ana, el Parlamento le otorga autoridad suprema a por sobre la Iglesia y el Estado. El 23 de mayo el nuevo arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer, declara nulo el matrimonio entre Catalina y Enrique. En agosto, Ana daba muestras de su mal carácter con sus rabietas públicas cuando el Rey coqueteaba con otras mujeres. El 7 de septiembre dio a luz una niña.

 

En noviembre de 1534 el Parlamento aprobó el Acta se supremacía, que confirmaba al Rey como cabeza de la Iglesia; negarse a juramentar esta ordenanza era incidir en delito de alta traición. John Houghton, prior de la cartuja de Londres, y sir Tomás Moro, amigo de infancia del Rey, y ex lord canciller; murieron decapitados por negarse a juramentar.

 

El antiguo secretario de Wolsey, Thomas Cromwell, hijo de un cervecero y herrero de Putney; se convirtió en su mano derecha. Fue a él quien se le ocurrió confiscar los bienes de los monasterios en beneficio del tesoro, con la aprobación del Parlamento, apuntando hacia la inmoralidad de los clérigos para despertar el beneplácito popular.
 
Las otras cuatro esposas

 

En septiembre de 1535 en Wiltshire, Enrique conoce a Jane, hija mayor de sir John Seymour, montero hereditario del Bosque de Savernake. Jane era una veinteañera rubia, menuda y reservada, todo un contraste con la Reina Ana, quien para 1536 se encontraba nuevamente embarazada. Jane se convirtió en dama de honor de la Reina. A fines de enero de ese año, Ana la encontró sentada en las rodillas del Rey, portando un medallón que encerraba la real efigie. Ana hizo una terrible rabieta. El 27 de ese mes dio a luz un bebé varón muerto.

 

Entretanto, Cronwell preparaba el terreno para una reconciliación con Carlos I, mientras que los Bolena eran allegados a Francia. El 2 de mayo de 1536 Ana fue enviada a la torre de Londres, acusada de haber cometido traición, adulterio e incesto con cinco hombres diversos, entre ellos, su hermano George. Ellos fueron ejecutados. El 15 de mayo Ana compareció, y se defendió hábilmente. El 19 subió al patíbulo. Una dama le entregó un gorro de lino para cogerse el cabello. Otra le vendó los ojos. Para ella, trajeron al mejor verdugo, el de St. Omer, quien tenía la espada oculta bajo un montón de paja. Repentinamente gritó: "¡Dadme la espada!", Ana se volvió y en ese momento le cortaron la cabeza.
 
El 30 de mayo Enrique desposó a Jane Seymour, a fines de junio fue proclamada reina, y se aprobó el Acta de sucesión que declaraba ilegítima a Isabel y a María. En julio fallecía de tuberculosis Henry Fitzroy, su hijo ilegítimo. El 12 de octubre de 1537, Jane dio a luz al anhelado heredero, Eduardo. El 24 de octubre falleció la Reina, como consecuencia de una fiebre puerperal. Enrique ordenó ser enterrado al morir al lado de ella, en una bóveda ubicada debajo del coro de la capilla de San Jorge, en Windsor.
 
Enrique prosiguió con su reforma de la Iglesia, disolviendo cultos, creando nuevas diócesis u otorgando pensiones a los ex religiosos. Asimismo, reformó las Instituciones Educativas de nivel superior. Pero Enrique deseaba volver a casarse. Thomas Cromwell le encontró una princesa alemana, Ana de Cléveris, de 24 años y de religión protestante. Su hermano controlaba una estratégica zona entre los dominios del Emperador y los Países Bajos. Un pequeño detalle, es que las viruelas habían marcado el rostro de Ana. Con todo, la boda se celebró el 6 de enero de 1540. Una semana después, la Reina seguía siendo doncella. El 10 de junio Cronwell fue acusado por traidor y hereje. Poco después el Parlamento aprobó la disolución del matrimonio arguyendo la existencia de un contrato prenupcial entre Ana y el marqués de Lorena, así como el matrimonio en blanco. Se compensó en monetario a la ex reina, quien se compró mucha ropa y quedó contenta.
 
Enrique se casó dos veces más. El 28 de julio de 1540 con Catherine Howard de 19 años, sobrina del duque de Norfolk y dama de honor de la reina Ana de Cléveris. Eventualmente se descubrió que ya había tenido tres amantes. Todos fueron decapitados. La Reina Catherine fue decapitada el 13 de febrero de 1541.

 

El 12 de julio de 1543 se casó con Catherine Parr, de 31 años e hija de sir Thomas Parr. Era rica y había enviudado dos veces. Su influencia sobre el Rey fue pacificadora: Alentaba a María (de 27 años) a proseguir con sus traducciones del Latín, Isabel (de 10 años) le daba a leer sus composiciones, y Eduardo (6 años) la llamaba Regina nobilissima.

 

El 7 de junio de 1546 se volvió a firmar la paz con Francia, de la que Enrique había invadido Boloña y por la que los franceses querían invadir las islas británicas pero en altamar algunos accidentes les dieron la victoria a los ingleses.

 

En 1537, de resultas de una caída de caballo, Enrique se había lastimado la pierna pero en vez de seguir los consejos del médico, lord Montague; prefirió hacerle cortar la cabeza, dado que este le había predicho que esa pierna le ocasionaría la muerte. Obeso, calvo, con hipertensión y úlceras en las piernas, a los 55 años Enrique estaba acabado. A toda prisa quería despachar los asuntos de Estado cuando fue trasladado al palacio de Whitehall. Falleció a las 2 de la madrugada del 28 de enero de 1547, y fue enterrado al lado de la Reina Jane.
 
Epílogo:
 
A Enrique VIII le sucedió Eduardo VI, quien falleció de tuberculosis a los 15 años en 1553, declarando como sucesora a su prima Jane Grey, bisnieta de Enrique VII. Pero fue Mary quien ciñó la corona y la mandó ejecutar junto con su esposo. Acusado de herejía, también mandó ejecutar al arzobispo Cranmer, quien murió en la hoguera.

 

Catherine Parr se casó con su prometido, sir Thomas Seymour, quien no dudó en perseguir a Isabel y hasta sostener sospechosos encuentros con ella. Por lo demás, le fue infiel a su esposa.

 

A la muerte de la Reina Mary I en 1558, le sucedió Isabel I, con quien se extingue la dinastía Tudor.
 
Hemerografía:
 
-EDWARD BOWLE, John: "Enrique VIII: semblanza de un rey". Publicado en "Selecciones", diciembre de 1991.

 

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