a cargo de Susy_wang

PRIMERA PARTE

En 1770, la Princesa María Antonieta de la Casa de los Habsburgo, e hija más joven de la reina María Teresa de Austria, a la edad de 14 años desposa al Delfín Luis (futuro Luis XVI), de la casa de los Borbones, nieto del Rey de Francia, Luis XV.

Ansiosa a causa de la puerilidad de María Antonieta, la reina María Teresa manda a Francia a su hombre de confianza, el conde de Mercy-Argenteau, con el encargo de hacerla de tutor de María Antonieta, a fin de que esta se convierta en una reina justa y amada por su pueblo.

María Antonieta en poco tiempo con su elegancia y su belleza encanta a la corte de Francia. Muchos nobles, aprovechando su ingenuidad y su bondad de corazón, terminan aprovechándose de ella pidiéndole favores o cargos ministeriales. En este nuevo lugar, María Antonieta se siente aplastada y sofocada por la suntuosidad y la etiqueta que en Versalles es la reina soberana y le impide poderse comportar con naturalidad. Asimismo, justamente a causa de tantas reglas y de la poca atención que recibe de su esposo, Luis, quién prefiere irse de cacería o construir candados antes que pasar el tiempo con ella; la joven se siente extremadamente sola y busca alejarse de aquéllas tristes sensaciones entregándose al lujo.

Una noche durante un baile de disfraces, María Antonieta conoce al joven Hans Axel von Fersen, un conde sueco quien pasa por París en viaje de estudios. Inmediatamente entre los dos nace una fuerte e intensa atracción que crece día con día hasta convertirse en amor.

A causa de la posición de María Antonieta, aún sabiendo que es un equívoco, los dos empiezan a encontrarse con gran sigilo, pero poco a poco en Versalles empiezan a circular chismes acerca de su relación con el nombre del adulterio de la Reina. No pasa mucho tiempo para que los chismes salgan de Versalles, llegando a oídos del pueblo, sumándose así a las habladurías y maldades que circulaban sobre María Antonieta.

Óscar, capitán de las Guardias Reales de su majestad, ha sido educada desde pequeña por su padre como si fuese un hombre. No obstante sus nobles orígenes, pronto Óscar se vuelve amiga de los plebeyos: Bernard, un periodista revolucionario, y su esposa, Rosalie.

Óscar le sugiere a María Antonieta, con la que ha estrechado a lo largo de los años lazos de profunda confianza, admiración y lealtad; que le pida a Fersen que regrese a su país, haciendo así cesar todos los chismes sobre ellos dos. Pero María Antonieta le responde que su amor por el conde es tan grande que si él tuviese que irse, ella moriría y que Fersen pertenece a su vida de mujer y no a la de Reina. Entonces, Óscar decide pedirle lo mismo a Fersen, esperando que el hombre comprenda mejor lo mucho que esta relación está arruinando a María Antonieta ante el pueblo y ante los nobles. También el conde de Mercy invita a Fersen a alejarse de María Antonieta justamente por amor a ella. Fersen escucha y comprende las palabras de los dos, así que decide regresar a Suecia.

SEGUNDA PARTE

Conociendo la decisión de Fersen de regresar a Suecia, Óscar se siente tremendamente triste. De hecho, no obstante haberle pedido al hombre que se fuese, en realidad Óscar está secretamente enamorada de él. André, el sirviente de Óscar, comprende perfectamente sus sentimientos, visto que él también está enamorado secretamente de ella.

Entretanto los acontecimientos que llevarán a Francia a la Revolución se suceden uno tras otro. El Rey decide abrir los Estados Generales para tratar de resanar la fractura entre la Aristocracia y el Pueblo.

Oscar le pide a la Reina ser transferida a la Guardia Francesa, para poder servir no sólo a los Soberanos, sino también a toda la Nación. Entretanto, Óscar ya se había dado cuenta de los sentimientos de André hacia ella, y también que ella le correspondía. La noche del 13 de julio de 1789 finalmente los dos declaran su amor y por primera vez sus cuerpos y sus almas se unen.

Al día siguiente, Óscar está en París y recibe la orden de disparar contra el populacho, para cesar las revueltas revolucionarias; pero Óscar no puede y no quiere, así que rebelándose a las órdenes, decide unirse al pueblo y combatir a su lado para crear una nueva Francia donde todos puedan ser iguales.

Durante las escaramuzas André y Óscar mueren.

Entretanto en Suecia, alejado de los desórdenes franceses, el coronel Gerodere, que en la época en que Óscar era comandante de la Guardia Real, era su lugarteniente; visita de incógnito al conde von Fersen. Gerodere le informa de la muerte de Óscar y de André, y de que el Rey y su familia estaban en peligro.

Alarmado por la fortuna de su amada, Fersen decide regresar en Francia con Gerodere para intentar salvar a la Familia Real de la rabia y de la furia del Pueblo. Aún cuando no es fácil para Fersen dejar su patria, de hecho su Rey no quiere que regrese a Francia a inmiscuirse en lo que vaya a suceder; el Conde no pierde ánimo y decide fugarse. Con la ayuda de Gerodere lo consigue.