Si Orpheus no Mado es la obra más compleja y extensa de la Ikeda, Versailles no Bara es seguramente la más conocida y amada, no sólo en Japón, sino también en el resto del mundo.

El manga es una perfecta mixtura entre ficción y biografía, donde los personajes reales y ficticios se movilizan con toda naturalidad e interactúan entre sí, de modo que resulta difícil distinguir la realidad de la ficción.

Sus personajes y sus tormentos entran de inmediato en el corazón de los lectores.  

Al comenzar la historia (influenciada por la Tragedia griega en su construcción), el estilo de la autora es muy diverso al que estamos habituados y/o podemos imaginar, pero pronto llega a su madurez. El dibujo se torna más seguro, más detallista y cada viñeta es cuidadosamente estudiada en todos los aspectos, desde la composición hasta los encuadres y con una frecuente inserción de imágenes simbólicas que subrayan los sentimientos y sensaciones de los personajes o de los eventos.