AKUMA NO KUSURI

(LA MEDICINA DEL DIABLO)

En París, el Pueblo y los Nobles se están endeudando para poder comprar las pociones de Madame Evera capaces de curar y permitir acceder a cualquier cosa. La situación empieza a hacerse peligrosa cuando los clientes de Madame Evera empiezan a matarse y a robarse entre sí las pociones apenas compradas con tal de obtenerlas.

María Antonieta le pide a Óscar indagar acerca de Madame Evera, sus pociones y si fuese preciso, detenerla.

De regreso a Mansión Jarjayes, Rosalie informa que la Nana no puede levantarse de la cama a causa de un fuerte dolor lumbar, y pide permiso para poder comprar un poco de la poción de Madame Evera, que ha escuchado decir es milagrosa. Segura de que esto pueda servir a sus indagaciones, Óscar acepta.

Rosalie, acompañada por Loulou, van donde Madame Evera y la poción de veras tiene efectos milagrosos. Al día siguiente, la Nana ya está en pie sin ningún dolor, aún así Madame Evera aconseja a Rosalie continuar haciendo beber la poción a la Nana hasta que termine su tratamiento.

Loulou a escondidas, sustrae un poco de la poción del recipiente que Rosalie conserva, y se la da a unos conejos que le pide a André.

Cuando aumentan los desórdenes en París a causa de las pociones de Madame Evera, Óscar decide ir adonde la mujer que la recibe en su estudio privado. Aquí, con la ayuda de un incienso hipnotiza a Óscar hasta hacerle perder el sentido. La intervención de Loulou, quien irrumpe en la habitación contrariamente a lo que le habían pedido, le permite a André rescatar a Óscar y facilitar la fuga de Madame Evera cuando los clientes se amotinan intentando apoderarse de la poción.

Recuperada de la hipnosis, Óscar sigue a Loulou al patio, donde la niña le muestra los conejos a los que les había suministrado la poción de Madame Evera, muertos por intoxicación y le entrega las hierbas que había sustraído del estudio de la mujer. Óscar, mostrando las hierbas y los conejos a un doctor, descubre así que las pociones de Madame Evera progresivamente intoxican el organismo, haciéndolo dependiente de las mismas hasta la muerte.

María Antonieta y el Rey Luís XVI deciden emitir una orden de captura para Madame Evera, pero cuando la Guardia va a arrestarla, la mujer incendia su estudio y entre las llamas maldice a la corona francesa.

Algunos días después, todos piensan que Madame Evera falleció en el incendio, donde les echa una maldición a la Reina y a la corona; y culpan a María Antonieta de haberles quitado una de las pocas cosas que les hacía estar bien y divertirse.

Poco después, una noche en Mansión Jarjayes; Loulou al despertarse ve a Madame Evera atravesar el pasadizo en dirección a la habitación de Óscar. Loulou grita a más no poder, despertando a todos. Madame Evera trata de atacarla, hasta que Óscar interviene. Madame Evera trata de hipnotizarla nuevamente, pero su hechizo es interrumpido cuando Loulou dispara al aire la pistola de Óscar, para luego lanzársela. Óscar le pide a Rosalie que se aleje con Loulou, y mata de un balazo a la hechicera.

Al día siguiente, Óscar le explica lo sucedido a su padre, mientras André intenta reparar el techo que perforó Loulou cuando disparó.