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LA ROSA DE VERSALLES
TMS Toei Animation

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Nota Bien
Al lado del número del episodio aparece
el título original del mismo traducido en
castellano, y entre paréntesis el título que
le dieron en México los adaptadores.
 

Episodio 11: Fersen parte hacia el Norte  (Fersen regresa a su país) 

María Antonieta ya no es la Delfina de Francia, sino su Reina y entre sus primeras disposisiones, embriagada por su nuevo estatus; está el promover a Óscar al comando de la Guardia Real y cubrirla de regalos, los que prontamente Óscar rechaza afirmando que la única cosa que desea es que ella pueda convertirse en una gran Reina.  

Cada vez que el conde von Fersen se presenta en la corte de María Antonieta, ésta descuida sus deberes de Reina sin prestar atención a las consecuencias, todo para poderle dedicar su tiempo al noble sueco. Fersen sabe que el comportamiento de la Reina está errado y que podría ponerla en una situación desfavorable con los otros Nobles de la Corte, pero cada vez que está cerca de ella no hace más que secundarla y esperar poder transcurrir más tiempo a su lado.

De estas atenciones y de la relación que se está creando entre María Antonieta y Fersen, la Corte de Versalles empieza a comentar, así que antes que las habladuría puedan volverse peligrosas para la Reina, Óscar se presenta ante el hotel de Fersen y le pide por el bien de María Antonieta que regrese a Suecia. Fersen, comprendiendo la situación, consiente a la petición de Óscar y parte de inmediato.

Viniendo a conocer la partida de Fersen, María Antonieta siente dentro de ella un enorme vacío… nuevamente está sola.

Entre tanto en París una multitud se ha reunido alrededor del carruaje del Duque de Germain, quien sorprendió a un niño, Pierre, mientras trataba de robarle unas monedas.

Quien llega para socorrer al niño y pedirle piedad al duque de Germain es Rosalie, reconocida de inmediato por Óscar y André, quienes habían detenido su carruaje para saber lo que estaba sucediendo. El duque de Germain escucha las súplicas de Rosalie, quien le dice al niño que puede volverse a su casa, con la esperanza de que no lo vuelva a hacer; pero ni bien el niño se da la vuelta para correr hacia su madre, el duque de Germain le dispara por la espalda, matándolo.

Óscar, quien desde su carruaje ha visto todo, sale furiosa pero es bloqueada por André quien le explica que no hay nada que pueda hacer, dado que estando el duque en un rango superior al suyo y siendo cercano a la realeza era prácticamente intocable. Fatigosamente André consigue devolver a Óscar al carruaje y conducirla a casa; donde llorando de rabia, Óscar no consigue consolarse por el vil gesto ejecutado por el duque de Germain.  

Episodio 12: Oscar, en el amanecer del duelo…? (En la mañana del duelo)

Ser la Reina de Francia no es tan simple y bonito como muchos creen. María Antonieta, aunque rodeada por nobles y servidumbre se siente sola y trata de compensar su melancolía comprando muchos vestidos a Madame Bertin, la modista-costurera más en boga de París. Lo que María Antonieta ignora es que todo el dinero que ella despilfarra en sus caprichos es recaudado de las pesadas tasas de impuestos que el pueblo se ve obligado a pagar. Aún María Teresa, indignada por las últimas noticias que llegan desde Francia sobre el comportamiento de su hija, envía indignadas cartas a través del conde de Mercy, tratando de amonestarla.

Ahora entre el duque de Germain y Óscar la tensión es palpable, y pronto desemboca en el guante de desafío:

"¡Soy el poderoso y noble duque Enrique Sebastián de Germain y usted es una joven orgullosa y engreída!"

"¿Quién es más engreído? ¿Acaso no va a responder a mis insultos, mi estimado y orgulloso duque de Germain?, ¡su actitud me parece ridícula!" "¡Será un placer aceptar su desafío, señor!" 

Sin embargo el pérfido duque de Germain cuenta con la maquiavélica mente del duque de Orleáns, quien le sugiere un plan para derrotar a Óscar en el duelo y escoge un lugar –en calidad de padrino- donde en cierta época del año, el sol al alzarse refleja sus rayos en un preciso lugar que podría bloquear la visión del contrincante en medio del claro.

Noticias del duelo llegan a la Reina, quien, preocupada por la suerte de Óscar, sube inmediatamente en un carruaje para impedir esa locura. Pero no obstante las peticiones al cochero de apresurarse, llega al lugar del duelo cuando este había finalizado.

Óscar vence. Dándose cuenta que el reflejo de la luz del sol habría terminado por cegarla momentáneamente ni bien se girase hacia el duque para dispararle, Óscar pudo cubrirse del sol y después disparar hacia el duque hiriéndole en una mano.

María Antonieta descendiendo ansiosamente del carruaje cambia en gestos contrariados; así que condena a Óscar con un mes de arresto domicialiario por haber participado en un duelo y haberle herido en una mano al duque. Lo hace con la esperanza de poderle dar al duque una victoria y de poner a Óscar a salvo de posibles revanchas. Con todo, aprovecha para amonestar al duque por su comportamiento indigno al rango al que pertenece.

Episodio 13: Oh, viento de Arras, por favor, ¡responde!  (Responde, viento de Arras)  

Óscar se ve obligada a permanecer alejada de Versalles por deseo de la Reina, quien desea protegerla de eventuales desquites por parte del duque de Germain. Así pues, Óscar aprovecha para ir con André a visitar una antigua propiedad de la familia en el campo. 

Allí ambos encuentran a un jovencísimo estudiante llamado Maximilien de Robespierre, quien trata de abrirle los ojos a Óscar:

"¡El costo de la vida aumenta a diario y el pueblo se está muriendo de hambre!"

Óscar está conmocionada, ¿Es posible que la pobreza sea tan grande?

Además se entera de la triste situación del hijo del granjero de sus tierras, Gilbert Sugan, quien carece de dinero para poderle hacer ver con un médico.

Entretanto en la Corte, María Antonieta conoce a Yolande de Polignac, cuya ternura y voz angelical entran a su corazón y en Versalles. De hecho, para poder disfrutar cuando quiera de la compañía de la noble, María Antonieta le pide tansferirse con toda su familia a la Corte, donde ella misma asumirá todos sus gastos, asimismo la nombra su primera dama de compañía.

Pero voz, rostro inocente y puro no hacen de la Polignac un ángel, sino que más bien, decide así explotar su ascendente sobre la Reina para aumentar y consolidar su propia posición social y sus riquezas.  

Episodio 14: El secreto del ángel (El secreto del ángel)


La condesa de Polignac, gracias a su aire angelical e inocente, ha conseguido insinuarse en la corte y conquistar los favores de la Reina, acumulando poder y riqueza.

Un día mientras la condesa de Polignac está regresando a Versalles, pasando por las callejuelas de París con su carruaje, atropella y mata a la madre de Rosalie, quien con sus últimas fuerzas pronuncia las siguiente palabras:

"Tu verdadera madre es una noble y se llama Martine Gabrielle…"

Rosalie no comprende, su corazón está pleno de deseo de venganza, ha entrevisto a la mujer del carruaje y decide hacer justicia con sus propias manos. Así se encamina hacia Versalles, llegando en cambio a Mansión Jarjayes, segura de haber llegado a su destino y viendo a lo lejos a Madame Jarjayes, en la penumbra bastante similar a la Condesa de Polignac, intenta asesinarla.

Óscar consigue detenerla a tiempo. Rosalie, dándose cuenta de su error estalla en lágrimas. Escuchando su historia, Óscar decide acogerla en su casa y educarla como una aristócrata para poderla llevar consigo a Versalles y quizá un día, poder encontrar a la mujer que mató a su Madre.

Episodio 15: La Condesa del Casino  (Juegos prohibidos)


No obstante hayan pasado varios años desde el matrimonio entre María Antonieta y Luis XVI, Francia sigue a la espera del Delfín y por este motivo la Reina se siente el centro de los chismes que la consideran incapaz para cumplir con su deber de dar a los Borbones una nueva generación. Siguiendo la sugerencia de la Condesa de Polignac, decide mentirles a todos anunciando que espera un bebé. La noticia es acogida con grandes fiestas. Por añadidura, siempre siguiendo el consejo de la Condesa de Polignac, empieza a participar en juegos de azar para intentar vencer el aburrimiento de la vida en la Corte. Estos juegos estaban prohibidos a todos, bajo edicto del Rey. Con todo, la Reina continuaba perdiendo fuertes sumas de dinero que casualmente, terminaban en los bolsillos de la astuta Condesa de Polignac.

Óscar, quien concluido su perioso de confinamiento finalmente regresa a la Corte, se encuentra con un ambiente distinto al que había dejado y trata de algún modo de disuadir a Su Majestad de proseguir con los Juegos, explicándole que el dinero que despilfarraba con tanta ligereza, eran el fruto de los impuestos del Pueblo.

María Antonieta siempre atenta a los consejos de Óscar decide aceptarlo y esto hace desencadenar en la Condesa de Polignac el miedo de haber encontrado una persona más influyente que ella misma sobre la Reina, la cual podría obstaculizar sus planes de enriquecimiento y conquista del poder.

Mientras tanto, María Antonieta está preocupada por la mentira que contó, así que la Polignac, para desacreditar a Óscar y salvar a la Reina, decide contarles a todos otra mentira:

"El coronel Óscar repentinamente desenvainó su espada y esto provocó tal impresión en la Reina que le hizo perder al bebé que esperaba".  

Episodio 16: Madre, ¿cuál es su nombre....? (¿Quién eres, madre?)


En Mansión Jarjayes Óscar y André se ocupan de la joven Rosalie, quién persiste en su propósito de asesinar a la aristócrata que atropelló a su madre.

Óscar decide que ha llegado el momento, después de tantas lecciones de Modales, Etiqueta y Cortesía; de probarla llevándola a un baile de Madame Elizabeth, donde ante todos la presenta como una parienta lejana de su cuñado.

La suave y bella presencia de Rosalie, y su modo de hacer calmo y gentil atraen hacia ella una camarilla de damas nobles quienes intentan congratularse con ella para saber más acerca de Óscar. Esto hace enloquecer a Charlotte de Polignac, la hija de la Condesa de Polignac, también presente entre los invitados sustituyendo a su madre que se encontraba indispuesta. En realidad, Charlotte no puede soportar que la atención de todos se centre en una desconocida y no en ella. Por añadidura, está celosa de cómo Rosalie pueda estar cerca de Óscar y hablarle con informalidad; dado que secretamente se siente atraída hacia Óscar. Así pues decide provocarla haciéndole quedar mal. Al principio Rosalie no reacciona, pero un impulso colérico la hace arrojarle el abanico a la muchacha cuando ésta la acusa de no ser noble.

"Soy hija de miembros de la realeza, y el nombre de mi madre es, yo soy la hija de Martine Gabrielle", exclama Rosalie y entre sollozos abandona la sala.

Mientras tanto, en otra habitación Jeanne Valois de La Motte, medio hermana de Rosalie, finge un desmayo. Su esposo, Nicolás de La Motte, demostrando ser un gran actor, cuenta a quien quiera escucharle que hace días que su esposa no prueba bocado y que los dos atraviesan graves problemas económicos, de este modo consigue que Madame Elizabeth les dé de limonsna unas cuantas monedas de oro.

La suma de dinero no es mucha, pero es un inicio, y Jeanne está segura de que usando ese truco en otros salones ella y su marido podrán acumular suficiente dinero. Poco después, ante la sorpresa de ambas, Rosalie y Jeanne se topan en medio del pasillo, sorprendia la una ante la presencia de la otra. Rosalie se limita a susurrarle al oído que su madre está muerta. Sin embargo, Jeanne no reacciona y prefiere retirarse junto con su esposo antes de que este pueda reconocerla. Lo que más le sorprende, no es conocer la noticia de la defunción de su madre, sino de que con sencillos adornos, su hermana luce más elegante que ella.

Posteriormente en la mansión Jarjayes, Rosalie teme haber cometido una falta, pero Óscar la tranquiliza arguyendo que era la única forma de acallar los chismes. Con todo, Rosalie guarda en su corazón un secreto que teme compartir. 

Episodio 17: Ahora, el momento del Encuentro (El momento de los encuentros fortuitos)

La Reina María Antonieta siente curiosidad por conocer a Rosalie, de la que ha tanto escuchado comentar, así que le pide a Óscar que se la presente. Este interés de la Reina aumenta la inquina de la condesa de Polignac, quien no aceptará ser opacada por ninguno.

En Mansión Jarjayes, Rosalie finalmente le revela a Óscar lo que su madre a punto de morir le dijo. "Mi verdadera madre es una dama noble, Martine Gabrielle". Conmovida, Óscar le pide ayuda a André en la empresa de localizar a la verdadera madre de Rosalie.

El día señalado, Óscar y Rosalie hacen su ingreso en la Corte. Durante el baile, no transcurre mucho rato para que entren los Soberanos y al serle presentada la Reina ante Rosalie, ésta reconoce en Madame de Polignac a la mujer que atropelló a su madre adoptiva. Sin perder tiempo, extrae un puñal que tenía escondido debajo del vestido, pero la pronta intervención de Óscar consigue frenarla.

A su vez, la condesa de Polignac intenta revelarle a la Reina que la acompañante de Óscar no pertenece a la nobleza, pero atemorizada con la actiud de Rosalie, y la amenaza de Óscar, no se siente pronta a perder la simpatía y el poder que ejerce sobre la soberana, así que decide desviar la atención de la Reina diciéndole que se trató de una equivocación. Dentro de sí, por el contrario, ha decidido que es momento de acabar con sus oponentes.

Así, cosas extrañas empiezan a suceder: Cae un pesado candelabro justamente cuando por debajo pasan Óscar y André (siendo que André se arroja con ella, haciéndola rodar y salvándole así la vida), u Óscar es convocada a la corte en medio de la noche, con cochero incluido.

Rosalie insiste en dar sus lecciones, y viendo la imposibilidad, insiste más bien en acompañar a Óscar. De este modo, Óscar inicia rumbo junto con André y Rosalie cuando se percata que se trata de otro camino. En eso, unos encapuchados emboscan su carruaje. Óscar y André, espada en mano respectivamente, salen a defenderse, hasta que un agresor consigue aproximarse a Rosalie y tratando de rescatarla, Óscar cae herida por la mano de otro contricante que la hiere a traición, por la espalda.

André no puede ayudarla, él también cercado por otros rufianes, cuando de la nada aparece un carruaje de donde asoma la cabeza un preocupado hombre listo para unírseles. ¡El Conde von Fersen está de regreso en Francia! 

Episodio 18: Repentinamente, como Ícaro (El regreso de Fersen)

La llegada del carruaje de Fersen espanta a los rufianes, quienes toman las de Villadiego; justo a tiempo para salvar a Óscar de una muerte certera.

Después de una ausencia de cuatro años, el conde sueco Hans Axel von Fersen está de regreso en Francia, y el encuentro con María Antonieta en Versalles es inevitable.

La Reina no consigue esconder su felicidad después de la inquietud al conocer el percance que sufrió Óscar, cuando las damas comentan que su salvador fue un conde extranjero, el conde von Fersen. Al oír ese nombre María Antonieta se estremece, ahora sus ojos no consiguen esconder el amor que siente por ese hombre. Desafortunadamente, su encuentro se revela ser menos feliz de lo que se pudiese haber imaginado, puesto que Fersen le anuncia que ha regresado a Francia para buscar una esposa, dado que su Padre, un anciano cansado por el peso de los años, desea que despose a una noble dama inglesa a la que no conoce, y tome enseguida las riendas de la familia.

Óscar tampoco recibe con agrado la noticia, y aprovecha para recriminarle su falta de tacto. Fersen se defiende arguyendo que no puede pretender tener nada con la Reina de Francia, así que justifica su actitud asegurando que era mejor desencantarla así.

Desoyendo los consejos de Óscar acerca de no presentarse a la recepción de la noche, lejos de la Corte y en medio de un bosque, casualmente la Reina y Fersen se encuentran. De secundas a una caída, la Reina termina entre los brazos de Fersen y no puede refrenar sus sentimientos: "Fersen, os suplico que olvidéis por unos instantes que soy la Reina. Oh Fersen, te adoro, Fersen!"

Episodio 19: Adiós, ¡mi hermanita! (Adiós, hermana)

Charlotte, la hija de la Condesa de Polignac, tiene once años, pero no obstante esto, su madre ha ofrecido su mano al Duque de Guiche, un poderoso noble de cuarentaitres años. Este matrimonio podría aumentar el prestigio de la familia Polignac.

Trágico y burlón es el destino. Después de numerosas búsquedas, André consigue descubrir que la verdadera madre de Rosalie, es justamente la mujer que más odia, la Condesa de Polignac.

Rosalie se niega a aceptar la verdad, y sacudida aún con la noticia, decide secuestrar a la Condesa cuando abandonaba la mansión de su futuro yerno.

André alerta a Óscar de los posibles movimientos de la muchacha, así que llegan a tiempo para detenerla cuando intenta asesinar a la condesa, quien huye presa del pánico. "Sabía que no llegarías a matar a tu propia madre, Rosalie".

Espantada, la condesa Yolande de Polignac, o mejor, Martine Gabrielle de Polignac, descubre que Rosalie es la hija que tuvo a los quince años, y que para salvar su reputación confió a la bondadosa Nicole de Lamorlière, justamente, la mujer a la que atropelló con su carruaje. No puede creer tanta tragedia junta.

Pendiente de la pechera del vestido de Charlotte, se aprecia una magnífica rosa blanca que durante una nostálgica noche, cogió de la pechera del uniforme de Óscar, tratando de consolarse ante su triste perspectiva de matrimonio. Conforme se suceden los preparativos de la boda, Charlotte va manifestando una conducta errática, hasta que la noche de un baile el Duque de Guiche besa su mano sin su consentimiento. Transtornada, la muchacha se siente sucia e impura, y tratando de recuperar la pureza perdida, lava su mano con gran frenesí en medio de las aguas de la fuente. Luego, sintiéndose blanca y pura como la rosa blanca que llevaba en el pecho, y ante la mirada atónita de la Corte, se arroja desde lo alto de un campanario.

Rosalie se niega a aceptar cualquier sentimiento de compasión, hasta que en llanto se arroja a los brazos de Óscar.

Episodio 20: Fersen, el rondó del adiós (Fersen se marcha a Norteamérica)


El amor entre María Antonieta y Fersen ahora es evidente tanto en la Corte como en las calles de París. Los Nobles y el populacho se divierten a sus costas. También
los sentimientos de Óscar hacia Fersen son claros en el corazón de André, pero es algo de lo que no se habla, sabiendo que deberá esconder sus sentimientos por siempre.

Fersen se siente desgarrado por el sentimiento de culpa, querría poder abrazar y amar a la luz del sol a María Antonieta, sin embargo cuánto más grande es su amor, más aumenta la impopularidad de María Antonieta y esto hace peligrar su posición en la Corte.

En Versalles se ha organizado un Gran Baile en el que participarán los nobles más importantes. Óscar, luego de una inicial indecisión, decide presentarse en uniforme de gala, para poderle pedir a la Reina bailar durante toda la noche, en la esperanza de poder distraer a los Nobles que comentaban su relación con Fersen.

En el camino de regreso a casa, Fersen detiene el carruaje de Óscar. Le pide hablarle, pues desea agradecerle por haberle impedido danzar con la Reina. Además, le comunica que ha decidido enlistarse en las tropas que parten hacia la guerra entre Inglaterra y sus colonias en América del Norte, para así acallar de una vez por todas los rumores acerca de su relación con la soberana.

Con lágrimas en los ojos, Óscar ruega que no se muera.

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